"Siento que no hice nada hoy" es una frase bastante común - yo la digo seguido por un sentimiento de inquietud e incomodidad, y un poco de culpa.
Hacer hacer hacer. Vivimos en un mundo dónde la productividad es premiada y el no-hacer es sinónimo de vagancia. La naturalización del hacer constante nos lleva a la culpa por el no-hacer. Incluso, nos lleva muchas veces a justificar que “el descanso mejora la productividad” - lo cual es cierto - para poder darle un sentido útil al mismo: si no tiene utilidad no sirve. De hecho casi toda la investigación científica sobre el sueño se hace una pregunta similar a la siguiente: "¿Cómo puede el dormir mejor ayudarnos a rendir mejor cuando estamos despiertos?”. Pensamos en dormir como algo que tiene que estar al servicio de… estar despiertos..
En algún punto, a pesar de estar transitando la Revolución Digital, todavía somos parte de la Revolución Industrial. Tenemos una importante identificación con las máquinas, las cuales dependen del consumo de energía para funcionar, al igual que nosotros.
Por este motivo (y por ciertos desbalances hormonales en la grelina y la leptina, reguladoras del hambre y de la saciedad, que suceden cuando no dormimos bien), muchas veces confundimos el sueño con hambre. Comida=Energía. Si prestamos atención los días que no dormimos bien, solemos tener más hambre de lo habitual, y no precisamente de una ensalada verde. En general buscamos alimentos con índice glucémico alto, es decir, los alimentos que tienen el efecto “montaña rusa”: nos dan ese subidón de energía rápido que necesitamos para sobrellevar el día, para luego… caer en picada. Algo parecido a la estimulación de la cafeína (coffee lovers: este será tema para otro post).
El otro día escuchaba una anécdota de una niña de 3 años que como tenia miedo de caerse de su cama, se trepó a la cama cucheta de arriba y, claramente, no sabía como bajarse de allí. Es decir, como tenia miedo a ir para “abajo”, fue hacia “arriba”.
Tenemos esta necesidad de estar y de ir cada vez más arriba, aumentar nuestra energía, ser más productivos, llegar hasta lo más alto,..mientras que nos resistimos, nos cuesta, soltar, bajar, pausar…
Muchas veces cuando frenamos, bajamos un cambio, sucede algo parecido a lo que cuando un avión esta por aterrizar y tiene que atravesar esa turbulencia mientras va descendiendo antes de tocar el suelo. A veces frenar implica lidiar con emociones, sentimientos, temas que no estan resueltos y nos preocupan. Y entonces volvemos a subir…
Según la OMS el 30% de la población mundial sufre de insomnio. En Argentina puntualmente, según un estudio realizado por la Sociedad Argentina de Medicina del Sueño (SAMS), el 60% de los encuestados informaron tener dificultades para conciliar el sueño, y el 40% informaron tener dificultades para mantener el sueño, es decir, despertarse durante la noche y tener dificultades para volver a dormirse. Creo que no hacen falta las estadísticas, ya que es raro encontrarse hoy con alguien que no haya tenido o tenga dificultades para dormir o descansar…
Y digo dormir o descansar, porque hay una diferencia entre ellos. Si bien dormimos, la pregunta es ¿descansamos?
El dato más alarmante igual para mí es que solo el 10% buscó ayuda médica y/o terapeutica. Eso nos indica que hay mucha gente que se automedica o simplemente convive con esta dificultad.
Es interesante pensar que, además del problema cultural y productivo asociado al descanso y a la productividad, también hay un problema semántico: We don’t get sleep, because we don’t get sleep. (no dormimos porque no entendemos qué es dormir). Definimos dormir como “no estar despiertos”. Incluso el término técnico para el dormir cuando miramos histogramas o ciclos de sueño es “non-REM” (no sueño). Eso no ayuda mucho, ¿no? Vale resaltar que lo mismo ocurre con el término salud que durante mucho tiempo la definimos como “no estar enfermos”…
De la misma forma que la alimentación de la mayoría de las personas hoy esta compuesta por ultraprocesados, dormir también lo está. Utilizamos toda la clase de pastillas, medicamentos, alcohol, marihuana y hasta tés de manzanilla y hierbas para procesar nuestro sueño. Incluso hay algunos mitos de nuestras abuelas que nos decían que tomaramos un vaso de leche tibia antes de irnos a dormir. Nuevamente, esta idea de que necesitamos consumir - por algo nos llaman consumidores. Y esto no necesariamente esta mal. Hay veces que podemos tomar algo que nos ayude a relajar y desacelerar, como una especie de “aperitivo”.
Pero.. ¿no será que además necesitamos liberar? ¿dejar ir?
Paradójicamente, entre las varias funciones y procesos metabólicos vitales que ocurren cuando dormimos, unas de las principales está relacionada a la desintoxicación y eliminación de deshechos. Es decir, cuando dormimos, nuestro cuerpo se ocupa de expulsar la basura o neurotoxinas a traves del sistema glinfático (parecido al sistema linfático) del cerebro. El no mantener un sueño restaurativo o adecuado interfiere con estos procesos de “liberación”. No permitimos que nuestro cuerpo se limpie, y por el contrario acumulamos toxinas, que por supuesto son perjudiciales para nuestra salud.
Me resulta muy interesante ver un paralelismo de esto con la tendencia a la acumulación y la resistencia a soltar que experimentamos como sociedad en general.
Por otro lado, el dormir- y especialmente el soñar- esta íntimamente relacionado con la regulación emocional, y la asimilación de información. Se suele hablar del intestino como el segundo cerebro, pero en este caso pensemos en el cerebro como el segundo intestino, ya que digiere y asimila la información y experiencias de nuestro día para ver qué se queda, se consolida, y qué no.
Los “aperitivos” mencionados más arriba que mucha gente consume para poder dormir son, en muchos casos, inhibidores del sueño, es decir, suprimen la capacidad de soñar.
No puedo evitar volver a encontrar paralelismos y analogías en todo lo que consumimos y a lo que estamos expuestos en nuestro día a día, y cómo eso influye en nuestra capacidad para soñar, y no solamente de noche.
“Perseguí tus sueños” suele ser una frase de remera motivadora. Ahora ya sabes porque.
Interesantisimo el punto lauchi, y además de clarísimamente bien redactado, la vision que le das al tema y tu desenlace de la hipótesis es maravilloso.
Me deja reflexionando muchas cosas. Volveré a este texto en unos días con mejor calidad de descanso, pues en definitiva de eso se trata.
Me encantó, muchas gracias ✨🙏🏼