Desde chica la palabra responsabilidad estuvo muy presente en mi casa. Ser una persona responsable siempre fue, o al menos así lo sentí yo, muy valorado y estimulado.
Para mí la palabra responsabilidad tenía peso. Tiene peso. Y no sólo hablo de valor, sino literalmente de su peso físico. Si cierro los ojos y pienso en esa palabra se me vienen a la mente imágenes de rocas, estructuras con materiales duros y robustos, bien plantados..inamovibles.
A veces incluso cuando hablo de tomar responsabilidad uso la frase hacerme cargo. Ya hay una cuota de peso inmerso desde el lenguaje, y éste, desde mi modo de ver, no es inocente.
Brian Tracy, en el Modulo 5 de su famoso seminario Fenix, dice que la clave para el éxito radica en aceptar que somos completa y totalmente responsables de nuestra vida. Somos los arquitectos de nuestro destino. Y si bien estoy de acuerdo con esto, debo admitir que mientras lo escuchaba se me tensaban algunas partes del cuerpo y me agarraba un poquito de vértigo…
Luego dijo algo que me hizo sentido y me liberó un poco la tensión:
La respons-abilidad tiene que ver con las habilidades que tenemos y que usamos para enfrentar los desafíos que nos toca atravesar.
¿Y qué pasa si no tengo las habilidades para enfrentar esa situación? Pensé.
Tiempo después, mientras estudiaba sobre el -temido- Retorno de Saturno que sucede aproximadamente cada 28/29 años, este tema se volvió a hacer presente.
Desde la mirada astrológica ese es un momento clave, considerado la entrada a la adultez psicológica. Saturno representa la madurez, la base de sostén, la estructura y justamente el hacerse cargo y tomar responsabilidad. Es decir, “es el viejo sabio, el que aprende de las experiencias, y del feedback que recibe a medida que va respondiendo a ellas”.
Y ahí fue que escuché esta re-significación de la palabra que me cambió todo:
La responsabilidad es aprender a desarrollar la capacidad de responder.
Y la realidad es que estamos todo el tiempo aprendiendo. Y a medida que incorporamos habilidades y capacidades nuevas nos expandimos, y cuando nos expandimos nos enfrentamos a nuevos desafíos. Y, una vez más, necesitamos seguir desarrollando la capacidad de responder a lo nuevo que nos pone la vida. Es un continuo.
Esto es precisamente una de las cosas que hacemos en los procesos de coaching: buscamos acompañar a las personas a tomar responsabilidad en su vida, es decir, a desarrollar capacidades y crear herramientas propias para responder mejor a los desafíos o situaciones desafiantes.
Yo encuentro esta manera de mirar la responsabilidad muy motivante en tanto aprendizaje (y mi luna en Geminis se calma porque ama aprender) en lugar de una carga estática a sostener.
A mí me ayudó mucho verlo de este modo. Espero te ayude a vos también.
Para mí también fue un alivio enorme resignificar la palabra de esta forma. Gracias Lau, me encanta leerte <3