La Intersección
Este es una edición que busca ofrecerte una mirada de intersección entre la consistencia, la disciplina, la planificación, la estructura, la claridad Y la amabilidad, el disfrute, la motivación y la aceptación.
A pesar de lo que habitualmente sucede para mi Enero es un mes de ‘fincipio’ en donde se mezclan finales y principios. Todavía tengo un pie en 2023, pero de a poco voy preparando el terreno para el nuevo año. Eso sí, poco a poco.
Ni fin de año es el fin del mundo, ni el 1ro de Enero el principio de una nueva era. Por eso hablo de una transición.
Mi proceso de seteo de objetivos para el año es muy gradual. No me sale sentarme un día y bajar todo de una, sino que lo voy haciendo por partes, dejando que la información se asiente, dandole tiempo a mi cuerpo para cerrar el año anterior y acomodarse. El cuerpo tiene un ritmo diferente a la mente.
Diciembre suele ser un mes de mucho acelere, mucho estímulo social - y visual - y, de la misma manera que cuando cuando viajamos y nos adelantamos usos horarios y sufrimos jet-lag, Enero para mí es un mes para aclimatarme.
El tema de hoy son los benditos y famosos OBJETIVOS. No quiero que este sea otro post que te genere presión, ansiedad o sientas que necesitas sí o sí definir objetivos antes que termine el mes.
Tener objetivos es importante sí, aunque lo más importante para mí es tener claridad de lo que queremos. ¿Qué quiero? Es una pregunta simple, pero no siempre fácil de contestar.
Mi propósito es ayudarte a aclimatarte con algunas herramientas, inspiración y sobre todo una mirada distinta sobre este proceso que puede ser muy frustrante y exigente, pero no tiene por qué serlo.
#Listolodije
Estoy un poco cansada de leer mantras del estilo “Año nuevo, vida nueva”, o “2024 puede ser tu mejor año si haces X, Y, Z”. Hay algo implícito en estas frases que aceptamos y decimos, incluso a modo de broma a veces, que contiene un rechazo a quienes fuimos y somos.
No hay NINGÚN objetivo que nos vaya a traer felicidad o satisfacción si lo encaramos desde un lugar de no merecimiento y no valoración propia.
Quiero decirte que NO necesitas cambiar como sos. Sólo desde la aceptación y la amabilidad es que podemos trabajar en pos de nuestros objetivos, y lo que es importante para nosotros. En lugar de hacerlo desde un lugar de exigencia y demostración (¿a quién?), sino de expresión.
Habiendo dicho esto..empecemos.
Una palabra
Me gusta pensar en una palabra que guíe y direccione mi energía del año para ir generando ese ‘clima’ que te conté antes.
En 2023 fue: exploración 🔎. Me permití abrir muchas ventanas y probar, probar, probar. La exploración es un vértice fundamental para la creatividad y para el auto-conocimiento.
Este fue un gran espacio destinado a esa exploración. Gracias a eso aprendí -entre otras cosas - que: se hace, se aprende.
Plot twist: mirando para atrás, las palabras que terminaron definiendo mi 2023 fueron resiliencia y vulnerabilidad: probar nuevas cosas implica enfrentar desafíos y abrazar el no saber o el no hacerlo perfecto. Hola perfeccionismo. 👋
En 2024 la palabra que elegí es: síntesis. Veremos qué sucede…
¿Cuál sería la tuya?
Una pregunta provocadora
¿Qué NO queres lograr este año? Esto es algo en lo que estuve pensando estos días, y planeo contarte un poco más acerca de esta idea de planear el ‘sub-desempeño estratégico’ 🤣 en la próxima edición.
Un libro
Si queres empezar el año incorporando nuevos hábitos te sugiero leer el libro Atomic Habits (Hábitos atómicos) de James Clear. Un clásico que no pasa de moda. En unos de las primeras ediciones de este newsletter escribí sobre esto.
Tengo pendiente leer el libro ‘Better than before’ (Mejor que nunca) de Gretchen Rubin que también habla sobre esto. Su podcast Happier me encanta, especialmente porque tiene mini-episodios de 3-4 minutos que te dejan pensando.
Un dato nerd 🤓
Cuando establecemos y perseguimos objetivos, especialmente aquellos que implican aprendizaje y desarrollo personal, estamos ejercitando la plasticidad cerebral, es decir, estamos creando nuevas conexiones neuronales.
Nuestro cerebro se moldea, no es rígido ni estático. No es lo que ‘hay’. Esto significa que a medida que trabajamos hacia nuestros objetivos estamos literalmente cambiando la estructura de nuestro cerebro. 🧠 Wow.
Un ejercicio práctico
Hace unos años tome un curso con Pilar Gerasimo, escritora y periodista especialista en temas de bienestar, y me llevé un ejercicio práctico para setear objetivos dibujando una flor. (AMO🌸)
Me gustó mucho porque contempla un mix de largo y corto plazo, anclando y nutriendo nuestros objetivos en las raíces de nuestros valores.
El ‘éxito’ (si se puede definir de alguna manera) no pasa por llegar a lograr objetivos, sino por ser coherente y vivir alineado/a con nuestros valores.
Si no sabes cuales son tus valores, te recomiendo mucho que primero hagas este ejercicio para identificarlos.
Abajo de te dejo el modelo de la flor (¡dibujala!), que además nos da la posibilidad de pensar en un plan, pequeñas acciones que puedo proponerme para acercarme a mis objetivos - incluso anticipar posibles obstáculos y pensar en posibles estrategias para superarlos.
La parte que más me gusta: los pétalos. A medida que vamos trabajando en pos de nuestros objetivos van floreciendo recompensas o beneficios que son consistentes con nuestra visión. Pensar en eso mientras planeamos nos agrega motivación - un factor clave en el proceso.
Aclaración: si sos de ponerte muuuuchos objetivos - cosa que no te recomiendo - este ejercicio quizás pueda ser un poco tedioso. Podes elegir 1 o 2 de los más significativos o que más te cuesten para darle más profundidad.
Otra perspectiva 👀
En la era del algoritmo de la auto-afirmación constante, para mí es muy importante poder cuestionar mi mirada eligiendo consumir información que contradiga lo que habitualmente pienso y me desafíe a pensar las cosas de otra manera. Sí, tengo Luna en Géminis.
Hace unos días escuché un episodio de uno de mis podcasts preferidos Rethinking de Adam Grant que se llama ‘The problem with setting goals’ (El problema de setear objetivos). Es una entrevista a un ex-jugador de la Liga Nacional de Basquet de EEUU que explica por qué setear objetivos es una mala idea.
Su lema es: ‘cumplir tu objetivo es la penalidad que recibís por habértelo establecido’.
Super contra-intuitivo para una coach y ex-corpo como yo…pero me gustó.
Lo que me llevé que me dejó pensando: ¿Cuánto de nuestros objetivos son limitados por nuestras creencias y por lo que nos impone la sociedad? Lo que podemos/no podemos alcanzar según lo que creemos posible. ¿Qué pasaría si enfocaramos nuestra energía en una dirección pero sin ponernos objetivos (límites)?
¿Qué pensas sobre esto?
Un consejo (que nadie pidió pero lo doy igual)
En coaching cuando seteamos objetivos (estado deseado) siempre necesitamos saber desde dónde partimos (estado presente).
¡Ojo con la brecha entre ambos! Si es muy grande (por ejemplo: quiero dar una charla Ted y nunca hablé en público) lo más probable es que haya mucha frustración en el medio. No sólo probablemente abandonemos sino que nuestro diálogo interno negativo se regocija, y se fortalecen esos circuitos neuronales que nos reafirman las creencias del estilo de: ‘ves que no puedo’.
Esto no significa que no puedas querer dar una charla Ted, o soñar en grande. Como dice mi amiga Aye, por favor hacelo🙏. Pero quizás lo mejor sea fraccionar los objetivos.
No te sobre-exijas en tus procesos, el tiempo es clave para saborear los frutos. Pensá en los árboles, sus frutos llevan un proceso de maduración antes de que podamos comerlos.
Respirá hondo, desviá la mirada de a dónde no estás llegando y mirá donde SÍ estas hoy. Y agradecelo.
Para ir cerrando…
Si todavía no lo hiciste, antes de sentarte a planear tus objetivos para este año tomate un tiempo para CELEBRARTE. 🎉
Estas últimas semanas las redes sociales estuvieron llenas de personas celebrando sus resultados del año, cuantificando sus logros (del estilo de: ayudé a X cantidad de gente, vendí X cantidad de productos, publiqué X libros, etc). Esta muy bien que las personas celebren sus logros pero…
…no te compares. No uses a otros para medir tus logros, o peor aún tu valor. Compararnos nos lleva a la bancarrota emocional sin escalas.
En general pensamos que son nuestros logros lo que nos generan felicidad, pero no es así. Es nuestro crecimiento: a veces esto incluye logros visibles para otros, pero la mayoría de las veces no.
¿De qué manera sos más amable, más paciente, más generoso/a? ¿Qué nuevos límites (te) pusiste? ¿Cómo ayudaste a otras personas o te auto-cuidaste a vos mismo/a?
No podemos crear lo que no hayamos aprendido, por eso son tan importantes los aprendizajes.
Bonus: Otro ejercicio (MUY poderoso)
Pensá en 2 o 3 personas que querés y reflexioná en cómo ellos/as crecieron este año. Luego llamalos/as o mandales un mensaje con el objetivo expreso de celebrar SU crecimiento. Creeme, es muy hermoso.
Concentrarse demasiado en uno mismo nos agota, mientras que celebrar a los demás nos segrega serotonina (la hormona de la felicidad). Esto también nos recuerda que la vida no es una competencia, sino una oportunidad para cada uno de nosotros de aportar desde nuestra singularidad para (intentar) hacer del mundo un lugar mejor. 💘
Mención especial
Quiero agradecer de corazón a las personas que eligieron trabajar conmigo durante el año pasado. Yo verdaderamente aprendo MUCHO de todos los procesos. Es el win-win definitivo.
También a quienes se tomaron el tiempo para escribirme diciéndome que les gusta lo que escribo. A veces las redes sociales se vuelven muy frías. Y aunque escribir me ayuda a mí misma, es un mimo y una fuente de motivación y calor recibir esos mensajes. Después de todo, somos seres sociales y necesitamos de la conexión con otros. 🤲 Gracias.
Dicho sea de paso, el mejor piropo que me pueden decir es que ayudé a pensar algo de manera distinta. Ajjj música para mis oídos… 😍
Lo que dicen quienes trabajaron conmigo:
Si queres empezar tu proceso individual de coaching -y pensar las cosas de manera diferente - llená este formulario y agendá una sesión informativa conmigo.
Como pensamos, sentimos. Como sentimos, hacemos.
Esto es todo por hoy. Espero que te haya gustado este ‘nuevo’ formato de newsletter (que quizás ni te diste cuenta). Mi idea es mandar 1 más largo por mes, en lugar de todas las semanas - y estoy pensando en otras mini cositas adicionales también.
Como te dije al principio, estos días son de transición, así que iré viendo como me siento al respecto.
Recordá ir suave estos días, a tu ritmo. Construí lentamente lo que quieras materializar, sin olvidarte de disfrutar el proceso.
Sin disfrute no hay paraíso.
Hasta la próxima.
Lau